lunes, 24 de enero de 2011

El cambio en el modo de vida gracias al uso de los polímeros sintéticos.

Para bien o para mal,eso se puede discutir y seguramente no lleguemos fácilmente a ningún acuerdo, pero lo cierto es que el desarrollo de los polímeros sintéticos ha cambiado definitivamente el modo de vida de las personas. Basta pensar en la enorme cantidad de artefactos y objetos que hemos ido incorporando en los últimos 30- 40 años y que hoy forman parte de nuestra vida diaria, como por ejemplo: recipientes de artículos de higiene personal y limpieza, envoltorios para alimentos, envases de bebidas, bolsas de plástico,  prendas de vestir, partes de automóviles, teléfonos celulares, por citar sólo algunos de los tantos ejemplos.
Existen muchos tipos de polímeros diferentes que tienen un gran número de aplicaciones según sus propiedades. Entre ellos se encuentran los plásticos, los elastómeros (ej. cauchos), las fibras, los adhesivos y las espumas.
 Un artículo que leí en Internet sobre la historia de los cepillos de dientes  me llevó a reflexionar  y a ser realmente consciente de todos los objetos y artefactos hechos de polímeros sintéticos que fuimos de a poco y casi sin darnos cuenta incorporando a nuestro diario vivir y que hoy sería  muy difícil (aunque no imposible según algunos) dejar de utilizar o reducir su consumo.
Al considerar que es a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial que el campo de los materiales comienza a verse revolucionado por la llegada de los polímeros sintéticos , me surgieron un montón de interrogantes como por ejemplo, cómo eran  los cepillos de dientes que utilizaba mi madre que ahora tiene más de 80 años. Al consultarla me comentó que eran de madera con cerdas de pelo de caballo, lo que de inmediato me llevó a pensar sobre los problemas de higiene que el uso de estos cepillos traía aparejado.
Buceando en mi memoria fui  de a poco recordando como era la vida cuando yo era niña/adolescente a finales de la década del 60 y durante la del 70 cuando el uso de polímeros sintéticos no estaba tan difundido como hoy en día. Los cepillos de dientes eran iguales a los de hoy, hechos de material plástico aunque los diseños eran un tanto diferentes.
La leche la traía el lechero, la repartía puerta por puerta y no venía envasada en bolsas de polietileno sino en botellas de vidrio. Todas la bebidas gasificadas se vendían en botellas de vidrio por lo que debíamos cargar mucho más peso a la hora de hacer las compras diarias.

 La mayoría de los artículos de limpieza e higiene personal cuyos envases hoy son de algún tipo de plástico, eran también de vidrio.
En los almacenes, las galletitas y los fideos por ejemplo, no venían envasados en envases plásticos sino que se vendían al peso y se envolvían en papel. Tampoco daban bolsas plásticas en los almecenes o supermercados, había que llevar una bolsa de la casa para hacer las compras. Esta idea se está promoviendo nuevamente para evitar el uso desmedido de bolsas que se acumulan como basura en las ciudades.
Aunque hay muchos ejemplos  más y seguro que al lector de este artículo (dependiendo de la edad )se le estarán ocurriendo tantos otros, basta con algunos de estos ejemplos para reflexionar sobre el impacto que en la sociedad ha tenido y sigue teniendo el uso de polímeros sintéticos. Pero debemos ser conscientes  de que si bien estos materiales nos han facilitado la vida de muchas maneras, las síntesis de los mismos suelen ser baratas y las propiedades conseguidas  son comparables o a veces superiores a las de los análogos naturales, no debemos olvidar el problema de la acumulación de estos materiales cuando se convierten en desechos.
Para ampliar información se recomiendan los siguientes sitios:


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